La oportunidad de la corrupción.
Hace unos días, ABC Noticias (ver aquí) y Canal N (ver aqui), así como otros diarios, hicieron públicas las declaraciones del contralor, Nelson Shack, informando que la corrupción ha robado al país S/ 23,000 millones en el año 2019, equivalente al 15% del presupuesto total del Perú en ese año. ¡Terrible!
Lamentablemente, en épocas de crisis, cuando el dinero del Estado (de todos los peruanos), tiene que fluir con mayor facilidad, a fin de atender con más rapidez las situaciones y personas en necesidad , la corrupción suele fluir con igual soltura, generando nuevos "ricos"... y lo pongo así, entre comillas, porque no se merecen ese adjetivo... habrán adquirido riqueza, pero ahora son más pobres como personas.
La pandemia del COVID-19 no es la excepción. De acuerdo al Ministerio Público, desde el confinamiento social obligatorio, es decir, en poco más de 3 meses, los presuntos casos de corrupción se incrementaron en 700%. Esta información, propagada por RPP, entre otros noticieros (ver enlace aquí), agrega que esos presuntos casos son en su mayoría por sobrevaloración de equipos médicos, adquisición indebida de pruebas COVID-19 -el ministro de salud, Víctor Zamora, ha declarado sobre el particular: "yo mismo he pedido una investigación al respecto" (ver noticia en el portal "Compras Estatales")- irregularidades en la compra de canastas de alimentos, entre otros.
Cuando escucho o leo la palabra "corrupción", no dejo de pensar en tres aspectos:
Uno:
La "criollada".- En muchos casos no asociamos "corrupción" con "criollada"; sacarle la vuelta a los requisitos, a exigencias. Les animo a ver aquí una corta y entretenida anécdota publicada el 13.09.2016 en El Tiempo (diario de Piura).
Dos:
La descentralización.- Igual de lamentable es que la descentralización haya venido acompañada de corrupción.
Personalmente, no tengo la percepción de que la descentralización haya caminado tan de la mano con el celo por el debido cumplimiento y gobernanza que con con la corrupción. Los casos de los gobernadores de Cusco (ver este enlace) y Ancash (ver en este enlace) son sólo dos ejemplos.
Así, cuántos casos hemos visto de gobernadores regionales (irónicamente antes llamados "Presidentes") que están relacionados con actos de corrupción. Para más amplitud, recordemos las palabras del ex premier del Perú, Salvador del Solar, afirmando ante el Congreso hace poco más de un año atrás -con base en un informe de la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción- que "en los últimos años, 57 gobernadores regionales y más de 2,000 alcaldes han sido vacados, procesados, sentenciados... por actos de corrupción" (ver en Ojo Público en este enlace).
Pues bien, una información muy reciente ha activado mi estado de alerta. Adelanto que no digo que vaya a estar relacionada con actos de corrupción, pero admito que sí me preocupa a pesar de que lo dispuesto por el Gobierno no sea malo, incluso debe ser lo contrario, porque se fortalece la capacidad de respuesta de los gobiernos regionales frente al COVID-19.
Se trata de la nota de prensa del MEF comunicada ayer 28.06.2020 en la cual informa que ese ministerio ha tenido una reunión virtual con los gobernadores regionales, a fin de presentarles las nuevas metas de ejecución de su presupuesto del 2020. La nota dice que los "gobiernos regionales tienen ahora la meta de ejecutar S/ 6,678 millones,,, lo que equivale a un incremento de 9% frente a la ejecución del año pasado", recalcando que "se debe hacer un gran esfuerzo para lograr el aumento de 9% en la ejecución de los gobiernos regionales, tras un primer trimestre afectado por los efectos de la la pandemia" (ver nota de prensa aquí).
Y no sólo es corrupción, sino también, la calidad de la ejecución. Espero que el gasto o la inversión regional no sea únicamente incorrupta, sino también correcta en su selección (en qué gasto/invierto/construyo), debiendo orientarse a la satisfacción real de una necesidad pública y, en su ejecución.
Frente a la situación general producida por el COVID-19, también recuerdo la Parábola de los Talentos que Jesús contó y la encontramos registrada en el evangalio de Mateo 25: 14-30: Un amo tuvo que viajar lejos y a distintos siervos les entregó monedas (llamadas "talentos") para que los administren hasta su retorno. Al siervo que recibió un talento y lo escondió por miedo a usarlo mal para devolvérselo "tal cual" a su regreso, lo castigó y llamó "siervo malo y negligente".
Señores gobernadores regionales, no sean malos y negligentes con el mandato y responsabilidad que les ha dado el pueblo; como dijo nuestro poeta César Vallejo "hay, hermanos, muchísimo por hacer".
Tres:
La "sobre regulación".- La "criollada" es no pocas veces la respuesta que tenemos a la sobreregulación. Si pagamos para que un trámite se agilice y ciertamente se agiliza, es tal vez porque ese trámite podría hacerse más rápido.
Para mí un ejemplo claro de sobrerregulación es la Ley N° 30709, publicada en El Peruano el 27.12.2017 que se tituló "Ley que prohíbe la discriminación remunerativa entre varones y mujeres". Sin duda, el objetivo es loable, no tiene por qué haber un trato discriminador en función al sexo... pero de ahí a ordenar que un microempresario tiene que hacer "cuadros de categorías y funciones" entre sus trabajadores, me parece un absurdo(*).
(*) Sí, la norma también se aplica a ese empresario de 1 ó 2 trabajadores y de bajos ingresos. Esta ley se encuentra en vigor y, como normalmente sucede con las leyes, constituye un mandato cuyo incumplimiento es sancionable.
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